21 de agosto de 2012

Capítulo 07: Maschera Bianca


SHINOM

MASCHERA NOBILE

Todo es brillante. Shinom está parado en una extraña habitación donde hay millones de hilos, cada uno de un color y con una luminiscencia diferente, al igual que lo es también la potencia de la luz producida. Además, la luz de los hilos parece fluir, es decir, es como si tuviesen una corriente irregular que hace que un hilo produzca luz con mayor intensidad o menor. El resultado final se asemeja al estar sumergido en un lago multicolor. Shinom observa a su alrededor y con cada movimiento los hilos se mueven tenuemente, como cuando el agua de la superficie se mueve tras ser acariciada.

"¿Dónde estoy?" Piensa, pero su pensamiento resuena como el eco en una cueva vacía.

- Shinom - Se le oye decir a la voz de una mujer, dulce y cálida, que resuena en la sala del mismo modo que resuenan los pensamientos de Shinom. - Despierta... - Murmura aquella voz.

- ¿Quién eres? - Pregunta Shinom, con un rostro relajado y adormecido.

Entonces los hilos de delante de él se mueven, y generan una forma difícil de distinguir, pero se puede ver que es una mujer con el cabello largo que parece flotar por culpa de una extraña ingravidez...

- Prometiste proteger a tu hermana - Ahora la figura aparece detrás de él, como si se hubiera teletransportado.

- Eso he hecho... creo...

- Prometiste hacerla feliz... - Ahora se encuentra a su derecha.

- Eso... lo he intentado...

- Prometiste ser feliz... - Ahora a su izquierda.

En este caso Shinom no dice nada, solo mira hacia abajo a la izquierda.

- Prometiste no culparte... - Se encuentra delante de él.

Shinom la mira a sus supuestos ojos, sin iris ni cornea.

- No es el momento aún...

La mujer extiende su mano, apenas visible, hacia él, pero la sombra de Shinom aparece detrás de él a pesar de que es prácticamente imposible tener sombra alguna en dicha habitación. En la sombra se generan dos ojos grandes y perfectamente redondos y una sonrisa que va literalmente de oreja a oreja.

- ¿Cuántas veces te he dicho que no debes morir? - Dice una voz aguda y horrible proveniente de la sombra.

Rápidamente la sombra extiende su mano, sin que Shinom pueda reaccionar preso del pánico, y atraviesa su pecho, agarrando su corazón. Entonces, aún más sonriente, anuncia:

- Esta será la única vez Shinom... así que no juegues a ser el superhéroe otra vez...

Aprieta su corazón y su pecho se alza.

****

El pecho de Shinom se alza tras la intensa corriente eléctrica que el desfibrilador descarga sobre su cuerpo inerte. El pitido de la máquina indica que su pulso vuelve a funcionar. Los enfermeros de la ambulancia suspiran aliviados, pero el paramédico comienza a darles instrucciones a sus compañeros.

- ¡¡Estabilícenlo rápidamente!! ¡¡Ponedle coagulantes, ha perdido mucha sangre!! ¡¡Comuníquense con el hospital necesitamos sangre cero negativo!! - Grita rápidamente mientras sus compañeros cumplen sus órdenes rápidamente.

UNA SEMANA DESPUÉS


Capítulo 07: Maschera Bianca

Orihime mira, hipnotizada, descansar a su hermano, quien reposa con un respirador, durmiendo. La luz dorada de la puesta de sol entra por la ventana del cuarto piso del hospital. Una figura aparece del otro lado del cristal de la puerta de la sala, pero Orihime continúa mirando a su hermano, acariciándole la mano. Por ello, no puede ver cómo una mujer con el cabello negro, con una coleta al estilo cola de caballo, con los ojos verdes y un hermoso rostro asoma por la puerta mirando la escena. Al ver que Orihime no presta atención golpea la puerta y pregunta si se puede. A Orihime al verla se le iluminan los ojos y sale disparada hacia ella.

- ¡Yoko! - Grita mientras la abraza impotente. La mujer la observa y le acaricia el cabello. Va vestida con un traje de oficinista bastante caro.

- Gomene... Orihime... - Murmura ella mientras la abraza con fuerza.

Tras unos minutos de diálogos y silencios, ambas se sientan al lado de Shinom: Yoko a su derecha y Orihime a su izquierda, como estaba antes.

- ¿En una semana no ha mostrado ningún signo de actividad? - Pregunta Yoko intrigada. Orihime responde moviendo la cabeza negativamente y con cada movimiento su rostro se torna más triste. - Tranquila... no desesperes... seguro que se vuelve a levantar, ya lo hizo una vez, ¿no? - Intenta animarla Yoko con la sonrisa falsa más sincera que pudo poner.

- No es eso lo único que me preocupa... - Murmura ella casi sin voz. - ¿Y si cuando se despierta no recuerda nada? ¿Y si no es el mismo, otra vez?

Yoko se queda callada y la observa dolida.

- ¿Mañana es tu competición, no? - Pregunta Yoko intentando cambiar de tema.

- Hai... - Asiente ella.

- Y pasado tu cumple... - Esta vez lo dice afirmativamente.

- Hai...

- ¿Piensas ir a la competición?

- Sí.... mi entrenador dijo que no era necesario y que cuidase de mi hermano... pero él siempre ha pagado mis clases de esgrima... No puedo no ir a dicha competición... si no voy es como si el esfuerzo de Shinom no sirviera para nada... - Murmura ella mirándole el rostro a su hermano.

- Él solo quería que fueras feliz Orihime... - Se queda callada unos minutos. - Te llevaré a casa... Yo me quedaré en el hospital con Shinom luego...

- No es necesario - Dice Vallsh que acaba de entrar en la habitación. - Llevaremos nosotros a Orihime en cuanto acabemos de ver cómo está Shinom...

Yoko mira a Vallsh y luego a Tamae que entra detrás de él y asienta sonriente.

- Muchísimas gracias...

****

Tamae está en la cocina preparando la comida y Vallsh está en el pasillo dirigiéndose a una habitación. Golpea la puerta delicadamente.

- Vamos a comer Orihime, te esperamos.... - Le dice con delicadeza desde la otra parte de la habitación.

- H-hai ahora voy... - Dice ella nerviosa. Tiene los ojos llorosos y oculta algo entre sus manos y sus pechos.

Tras oír cómo se aleja, aparta sus manos de sus pechos y descubre una fotografía quemada y diminuta. Al parecer la fotografía era mucho más grande y de ella solo se pueden ver a Shinom con 10 años y a Orihime con 7 y una mano de una mujer que se apoya en el hombro del niño y que lleva una pulsera con piedras de varios colores. Orihime acaricia la mano y murmura.

- Ojalá estuvieras aquí, mamá - Luego se levanta y se dirige al salón donde le espera la comida. - ¿Cuánto tiempo estarán en nuestra casa?

- Hasta que Yoko se instale o se despierte Shinom - Anuncia Tamae sonriente mientras le arrima su bandeja con la cena.

- ¡Itadakimasu! - Dicen todos al mismo tiempo.

****

La bocina suena y la gente del público aplaude, Orihime da la última estocada justo a tiempo. El público se levanta mientras se oye desde megafonía "Proclamen a la nueva campeona de esgrima junior, Shine Orihime". Minutos más tarde le cuelgan la medalla de oro y se levanta sonriente, mientras Yoko, Vallsh y Scarlett le aplauden desde las gradas.

- Gracias por venir - Le dice Vallsh a Scarlett. - Los demás no pudieron venir y este asiento lo reservó Shinom hace 5 meses....

- ¿Hace 5 meses? - Se pregunta Scarlett asombrada.

- Sí, el dijo que pasase lo que pasase asistiría a este encuentro y que ella debía llegar a participar en el torneo, puesto que ya había pagado el asiento - Le comenta Vallsh con una sonrisa. - Por cierto... ¿mañana podrías hacerme otro favor? - Le pregunta Vallsh un tanto avergonzado.

****

- ¡Feliz cumpleaños! ¡Y felicidades por tu medalla! - Le grita Sakura a Orihime, su mejor amiga, en el salón de clase durante un descanso. - ¡Aquí tienes! - Sakura le ofrece una caja mal envuelta en papel de cumpleaños.

Orihime sonríe y abre el regalo, son unos pendientes con pequeñas rocas de varios colores. Vuelve a sonreír y se los coloca.

- Son hermosos... - Murmura Orihime.

- Te quedan divinos - Dice un chico con un tono gay. - Ojalá yo tuviera unos para mí. - Inmediatamente las dos se ríen - Anda, mira el mío - Le dice entregando otro paquete.

Orihime lo abre y se encuentra con un colgante de plata con un pedrusco de una piedra blanca adornada en plata.

- Michael, es hermoso... - Murmura hipnotizada por la piedra.

- Sabía que te gustaría

- ¡Oye! Que el tamaño no importa. - Se queja Sakura al ver que sus pendientes quedaron a un lado.

- No os peleéis...- Dice ella tranquilizándolos - Gracias a los dos... y tus pendientes son hermosos Sakura - Le dice sonriente.

- Clase, nos vamos al salón de actos. - Les dice la profesora desde la puerta. Los chicos de la clase se quejan alegando que es su hora de descanso.

No obstante acaban obedeciendo y casi en silencio caminan a la sala de actos encabezados por la profesora.

- ¿Qué crees que será? - Le pregunta Sakura a Orihime.

- No tengo ni idea, ¿Algún extranjero que se presenta?

- Lo dudo...

Entran al salón de actos y está todo oscuro. La profesora avanza y los demás la siguen.

- Parece ser que llegamos primeros... - Comenta la profesora.

Entonces las luces de la sala se encienden y se escucha un gran grito de "¡Sorpresa!" por parte de una muchedumbre protagonizada, mayoritariamente, por alumnos. Confetis salen disparados y bañan a los compañeros que miran todos sonrientes a Orihime, quien observa sin aliento un enorme cartel que pone "¡Feliz cumpleaños, Orihime-san!". Todos comienzan a cantar la canción de "Happy Birthday!" a coro mientras Orihime sigue contemplando perpleja la muchedumbre. En lugar de sillas hay mesas con comida y globos colgados por doquier. Orihime no aguanta las lágrimas de la emoción.

- ¿Po-por qué? ¿Por qué a mí? N-no soy nadie importante... - Murmura Orihime mientras llora y es abrazada por Sakura, quien le acaricia los cabellos.

- Yo puedo responder a eso. - Comenta el director. Avanza hacia ella y le entrega una caja, parece de una joyería. - Es el regalo de tu hermano, Orihime-san - Al oír esas palabras deja de llorar y se seca las lágrimas. - Hace tiempo, cuando aún no habías entrado en esta escuela, un joven de tu edad vino hacia mí con esta caja, preguntando por qué su hermana no había podido ingresar a este instituto...- Entre el público se encuentran Vallsh, Scarlett, Tamae, Chiyo y Yoko, todos miran alegres y emocionados la escena.- Le dije que era por dinero... y él defendió que se lo había ganado con su esfuerzo, pero no fue suficiente... Entonces me dijo que me entregaba esto a cambio de su entrada y del pago a las clases de esgrima. - Dice entregándole la caja a Orihime, quien escucha atenta y observa la caja. - Con esto pagó todos sus estudios hasta que se graduase en este prestigioso instituto, incluso le sobró dinero. Y hace un mes... él volvió con un maletín con el dinero que valía ese objeto y esta fiesta y me dijo que quería devolverle este objeto a su familia y prepararle una fiesta y, a pesar de que no esté aquí, no podría llamarme hombre si no cumpliera la palabra de alguien que ama de esta forma a su hermana.

- ¿Cómo es que Shinom disponía de tanto dinero? - Se pregunta Scarlett en voz alta.

- Fácil... Lo dio todo... - Murmura Vallsh. Scarlett le mira extrañada. - Estudió siempre que pudo y ahorró el dinero de las becas, yendo siempre a colegios públicos, trabajaba todos los días y los viernes y sábados trabajaba en un café por la madrugada, cuando Orihime dormía... Cortó todo lazo con la sociedad... con los demás y procuró que su hermana no se diera cuenta.

- Como el día del antifaz los domingos para que ella no viera sus ojeras - Murmura Yoko sonriente.

- ¿Y para qué tanto sacrificio?

Orihime abre la caja y se queda petrificada.

- Orihime se quedó un día dormida abrazando una foto que Shinom desconocía que existía... la única en la que se ve algo de su madre - Comenta Yoko. Orihime, mientras tanto, comienza a temblar y a llorar - Shinom mismo me dijo: "Sonreía de verdad"... - Orihime levanta una pulsera con varias piedras, rubíes, esmeraldas, amatistas y diamantes, unidos por una cadena de plata. - Así que hizo todo lo que pudo para poder recuperar la pulsera de su madre que salía en esa foto.

Orihime cae arrodillada al suelo mientras rompe en llantos y es consolada por los demás.

- Shinom nunca cambió Scarlett... Fuimos nosotros - Murmura Vallsh - Nosotros nos dejamos engañar por su siniestra máscara.

UNA MÁSCARA BLANCA QUE REFLEJA ABSOLUTAMENTE TODO TIPO DE LUZ, UNA MÁSCARA QUE LO AISLA DE TODO


Continuará...

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