7 de octubre de 2012

Capítulo 16: Cuestión de honor


SHINOM


MASCHERA NOBILE

– Parece ser que ya no te necesito con vida… – Comenta el capitán Shinji observando a su adversario. – Conocemos tu identidad… Klauss Haudegen…

– Eso veo – Comenta sonriente.

– No solo eso… Nobu cree conocer vuestro plan… – Dice Shinji mirándolo seriamente. – Por eso no debo permitir que escapes…

Entonces varios hilos de color blanco comienzan a emerger de su entorno.

– Freedom… – Murmura, entonces los hilos blancos se mezclan con hilos negros. Ambos se enrollan en una espiral ascendente que cubren totalmente al capitán. Tras desvanecerse, el cuerpo del capitán cambia radicalmente: ahora no lleva vestiduras, sino que su piel es completamente blanca con símbolos negros alrededor de su cuerpo; tiene cuernos y sus ojos son blancos mientras que sus córneas son como las de un reptil; además donde antes estaban las manos ahora se encuentran garras oscuras, lo mismo ocurre con sus piernas, que son sustituidas por pies de cabra bastante largos y oscuros. – Mi liberación consiste en utilizar el poder de todos aquellos demonios que no he podido vencer como un arma a mi favor…

– Gracias por la información, aunque dudo que me ayude a vencerte… – Dice sonriente y poniéndose en guardia.


ES HORA DE PONERLE FIN A ESTA BATALLA


Capítulo 16: Cuestión de honor

El capitán avanza hacia su enemigo y éste apenas puede reaccionar lo suficiente como para esquivarlo. A pesar de que el golpe del capitán da en el aire, el asfalto y los edificios que se encontraban en dirección recta con su golpe acaban destruidos. Klauss extiende su espada, la cual comienza a absorber por la parte de detrás, en un pequeño recoveco, varios hilos de espirituales. Al cerrarse aquel agujero, como si hubiera sido siempre un compartimento secreto, la espada comienza a emitir una luz blanca. Acto seguido, Klauss realiza un corte al aire, en dirección al capitán, y como resultado un intenso rayo de luz blanco sale despedido.

Shinji es sorprendido por este ataque y extiende su mano, pero el ataque enemigo es más rápido e impacta en él. Por sorpresa, aquél rayo estalla y se retiene en su mano, reduciéndose hasta formar una pequeña llamarada blanca que aparenta ser la energía residual del golpe.

– Eres bueno capitán… pero no es nuestro objetivo pelear contra ustedes… – Comenta sonriente mientras aquellos papeles comienzan a cerrar un portal que aprovechando la distracción del ataque, el mismo Klauss abrió. Él está en una especie de salón de una mansión gigante. – Debemos retirarnos… por ahora… – Ahora los papeles han cubierto casi todo su cuerpo dejando solo su rostro a la vista. – Ten por seguro… que volveremos… – Entonces el portal se cierra por completo.

– Se ha escapado – Comunica Shinji a los demás mientras su forma va volviendo a la normalidad. – Así que Kazusa prepárate… tenemos a un herido… – Dice mirando a Nova, quien ha perdido el conocimiento.


****

El demonio gigante de llamas negras ataca furiosamente a Nobu y a Scarlett, mientras estos intentan esquivar los zarpazos de sus seis brazos. De repente y sin previo aviso, el monstruo se detiene y se comienza a menguar. Klauss estaba a varios metros de ellos, utilizando al gigante como señuelo, mientras él se colaba por el portal que ahora se cierra rápidamente con aquellos extraños trozos de papel que parecen replegarse sobre la misma realidad.

– ¡¡Intenta escapar!! – Exclama Scarlett alterada y yendo en su búsqueda, pero es detenida por Nobu.

– Aún no eres lo suficientemente fuerte… además… ya es demasiado tarde… – Comenta él.

– Nos volveremos a ver… joven Bagashama… – Comenta Stain con una sonrisa maligna. – Cuando menos te lo esperes… – Y el portal se cierra tras decir esas palabras.


****

El ejército de zombies samuráis de Yoko se lanza sobre el enmascarado. Él desenfunda su florete y su hoja comienza a ser rodeada por unos hilos de color azul que se integran a ésta haciendo que, una vez que todos se fusionan con dicha hoja, haga un pequeño destello azul. Acto seguido el enmascarado mueve su espada, la cual emite un gran chirrido al hacerlo, y corta a todos los samuráis resucitados siguiendo la línea que anteriormente dibujó el filo del florete en el aire.

No obstante, los “resucitados” son más aún y vuelven a cargar, caminando por encima de los cuerpos de sus compañeros, que se deshacen poco a poco. Pero su florete vuelve a rodearse de hilos, esta vez de color escarlata y se fusionan otra vez con la hoja, creando un destello rojizo, por lo que el enmascarado vuelve a blandir su espada, creando esta vez una enorme llamarada de varios metros de altura que arrasa con todo ser que estuviera delante de él, aunque no es suficiente como para detener a Yoko.

Ella salta emergiendo de las llamas con su ejército de samuráis, y estos se preparan para aterrizar encima del enmascarado. Lleva una katana negra, hecha del mismo material que los zombies.

– ¡¡Me las vas a pagar, Arateva!! – Grita Yoko furiosa.

– ¡¡Yoko detente!! – Grita Tamae desesperada.

Pero ya es demasiado tarde, en menos de un segundo, una línea multicolor se dibuja en el suelo, entre el enmascarado y Yoko. De ésta emerge un espejo completamente claro que refleja a los samurai y a ella.

– ¡¡¡No te entrometas Crystalain!!! – Gime mientras intenta romper el cristal haciendo una estocada al mismo mientras cae, pero entonces la hoja atraviesa el cristal, como si fuera agua. Yoko y sus samuráis le siguen, pero algo extraño ocurre, ellos ingresan en una especie de dimensión alternativa através del cristal, pero en el mundo real, tras atravesar aquél espejo, solo pasa Yoko, quién cae al suelo inconsciente.

El espejo, en el mundo real comienza a encoger y cae al suelo en forma de un diminuto espejo de mano rectangular y sin marco. El enmascarado lo recoge.

– ¿Pero qué…? – Se pregunta ella dentro de aquella dimensión.

– Has caído en nuestra trampa… El objetivo principal era atrapar tu conciencia y por ende tus poderes en este conjuro que Crystalain ha creado para esta ocasión… – Comenta con frialdad mientras el portal hecho con aquellos trozos de papel se abre y él pasa por él.

– Orihime… ¿estás bien? – Le pregunta Haruto, quien puede llegar a socorrerla. Pero ella no responde, puesto que se queda atónita observando cómo su tutora cae inconsciente en el suelo y no se levanta.

– ¡¡Maldito!! ¡¡Vuelve!! – Le exige Tamae, pero el portal está casi cerrado.

– Han dejado de vigilar a sus adversarios… ¿Qué se siente al perder en todo momento? – Pregunta el enmascarado.

En ese mismo instante Tamae y Chiyo se giran en busca de su contrincante pero no está y cuando se vuelven hacia el enmascarado, éste también ha desaparecido.

– ¡Maldición! – Grita Tamae mientras Chiyo se acerca a Yoko.

– Debemos llevarla ante Kazusa… – Le dice su marido mientras comprueba el pulso de su amiga. – Y rápido…

– Señor… – Se comunica Haruto con el capitán y los demás. – Mi rehén se ha escapado… ha aprovechado la situación para escapar… – Le comenta con tristeza mientras contempla los trozos de amatista en el suelo en el lugar donde antes se encontraba la joven a la que había vencido. – Y Orihime parece estar afectada psicológicamente… – Comenta observando el estado penoso con el que observa a Yoko.

– Entiendo… – Comenta el capitán con voz compasiva. – Tendremos que replegarnos… Por suerte las runas que grabaron en los frentes de batalla regeneran el lugar… – Comenta viendo que la antigua zona desvastada está como nueva. – Nobu… nos vamos…

– Sí… necesitaré asistencia con Scarlett… – Dice contemplando a Scarlett, que duerme en sus brazos, sentado en un banco del parque, en lo que parece una noche serena y silenciosa.


****

Joiiko está sentada en un banco de una capilla católica improvisada en un edificio un tanto espacioso. Está cabizbaja y con la mirada triste.

– Nee… onii-chan… ¿Estás seguro de que lo mejor era que no me metiese en el combate? – Le pregunta tristemente a un cura bastante joven que se sienta a su lado. Tiene el cabello negro y bastante corto, los ojos negros y una expresión de serenidad y paz total en el rostro. Está rezando con las manos juntas.

– Ellos no nos atacaron… Además… la inquisición no debe meterse en asuntos de los Tenshis… al igual que ellos no se meten en los nuestros… – Le explica con los ojos cerrados. – Creí que en el gremio de Alemania te había quedado claro…

– Hai… pero no es lo mismo cuando son tus amigos quienes pueden morir… – Comenta con tristeza.

– Ahorra tus fuerzas nee-chan… Pronto tendremos que cazar a nuevos poseídos… – Comenta con un tono frío.

Shinom reposa con tranquilidad en su camilla. La sala está como estuvo siempre, intacta e impoluta.

– Hay uno en particular al que debemos dar caza… – Comenta con un tono frío.


TRÁGICAMENTE DERROTADOS… PERO ESTO PARECE SER SOLO EL PRINCIPIO DE SUS DESGRACIAS



Continuará...

No hay comentarios:

Publicar un comentario