14 de enero de 2013

Capítulo 33: Corazones de cristal


SHINOM

MASCHERA NOBILE


POR AQUÉL MOMENTO EN EL QUE TOCASTE EL CIELO... ANTES DE CAER EN EL INFIERNO

Capítulo 33: Corazones de cristal

Shinom y Scarlett se encuentran opuestos el uno del otro y en medio se encuentra aquél estanque. A su lado se sostiene el puente donde tuvieron su primer beso. Las ropas de Scarlett se mueven al son del viento que comienza a soplar, enturbiando el agua, pero la capa de Shinom flota ingrávida adhiriéndose a su cuerpo.

– Puedo verlos... – Murmura Shinom con sus ojos blancos. – Los hilos de este parque...

Según los ojos de Shinom, el agua se mueve por miles de hilos como si fuera un río multicolor. Los árboles parecen espirales que forman cilindros que luego se desparraman como hilos. No obstante, el puente está cubierto por miles de lazos, como si fuera de tela. Shinom camina por los hilos del estanque, con los pies desnudos, puesto que la gran mayoría de su ropa se ha quemado.

“¿Puede caminar sobre el agua?” Se pregunta Scarlett asombrada. “Mierda tendré que ir en serio si de verdad quiero derrotarlo ahora... Me confié demasiado... Haruto me advirtió de esto...” Piensa con el ceño fruncido.

Shinom se percata de algo y mira hacia su izquierda, donde se encuentra el puente. Varios lazos salen del puente, unos de color blanco y otros de color escarlata. Pero lo que más le sorprende es que los blancos se dirigen hacia Scarlett y los escarlata hacia Shinom.

“¿Lazos? Si no mal recuerdo son mucho más poderosos que los hilos...” Piensa tocando los lazos, pero Scarlett ve que solo juega con la mano. “¿Pero por qué son sus lazos los que vienen hacia mí...?”

Scarlett sale disparada como un misil a toda velocidad contra Shinom y comienza a girar sobre sí creando una especie de remolino de fuego.

– ¡¿Dónde miras?! ¡¡Wǔshù: Lóng jié!! (Arte marcial: festival del dragón) – Grita mientras se abalanza a toda velocidad contra Shinom, quién la esquiva simplemente avanzando y agachándose.

El torbellino intenta descender para golpearle pero va demasiado rápido e impacta sobre el agua creando una cortina de niebla. Shinom se coloca de pie observando la niebla precavido y con cautela. En menos de un segundo, ésta se tiñe de naranja y una enorme llamarada surge de la misma. Shinom sonríe y se agacha, metiendo la punta de cada uno de sus dedos en el agua y avanza hacia la llamarada. De forma curiosa, comienzan a surgir hilos del agua, cada uno de un color pero todos con un resplandor celeste. Entonces, imitando los movimientos de Scarlett, Shinom gira sus manos y su cuerpo, creando un torbellino de que avanza por el fuego.

El torbellino surge de entre las llamas y se detiene justo delante de Scarlett quien se queda completamente perpleja. El torbellino se rompe y Shinom sale disparado, encajandole un duro golpe a Scarlett en la mejilla que la hace volar metros.

“Ya veo... está reaccionando de forma instintiva... eso es malo, es como si la capa luchara en lugar de él. Pero por otro lado... es un don difícil de encontrar” Piensa Haruto, quien observa la pelea desde lejos.

Rueda por el suelo unos instantes y enseguida su cuerpo comienza a arder y sale disparada hacia el cielo. Se estabiliza produciendo llamas constantemente de sus pies y a veces de sus manos. Tiene varias heridas, sobre todo en su mejilla izquierda, la golpeada.

– Es mucho más rápido... De todas formas... eso me lo esperaba... pero... ¿manipular agua? – Piensa Scarlett en voz alta. Shinom comienza a saltar, y cada vez que pisa el aire, unos hilos de color blanco aparecen en el suelo como si fueran un suelo flotante. – Haruto-san me dijo que no sabía hasta dónde podía llegar Shinom en ese estado... Ahora sé que he de esperarme todo...

Shinom salta a toda velocidad hacia Scarlett, intentando golpearla, pero ella lo esquiva ágilmente.

“Tendré que utilizar aquello...” Piensa mientras sus manos comienza a arder.

Scarlett le lanza una diminuta llama y Shinom la esquiva y contraataca, pero Scarlett le esquiva y continúa lanzándole bolas de fuego, a la vez que se defiende con sus pies y sus piernas llameantes con tal de que no se acerque. Se mueve rápidamente de una lado a otro, para intentar pillar desprevenido a Shinom, pero esquiva uno a uno las cinco bolas de fuego que le tira. Sin embargo, viendo que es incapaz de acercarse a ella, coge la sexta bola de fuego con su mano, recubierta por la capa “boreal” que se extiende hasta la misma, y se la devuelve. Scarlett no se esperaba eso y mucho menos a la velocidad que lo hace y es golpeada por su propio ataque, el cual no le hace nada, pero que abre su defensa el tiempo suficiente como para que Shinom se coloque encima de ella y le aseste una patada hacia abajo. Scarlett logra cubrirse a tiempo, pero cae descontroladamente hacia el puente y, sin poder evitarlo, se estrella contra el mismo.

El puente se parte en dos, creando un gran hoyo. Shinom la observa desde arriba, parado en aquella superficie, con seriedad. Scarlett logra llegar a la orilla, aún tiene medio cuerpo en el agua, y parece aturdida o pérdida. Aprieta sus puños con fuerza.

“Lo ha... destrozado...” Piensa llorando. “Me ha estrellado contra el puente en el que nos besamos por primera vez.. y no ha dicho nada...” Aprieta sus manos con más fuerza mientras llamas comienzan a surgir de todo su cuerpo.

“Esto es malo” Piensa Shinom asombrado.

Scarlett, rodeada de llamas, se impulsa hacia el cielo a una velocidad que a Shinom le cuesta seguir. Sus ojos de color escarlata, ahora brillan a través de las llamas. Entonces Scarlett golpea el aire y una bola de fuego más grande que las demás y mucho más rápida se dirige hacia Shinom. Él apenas logra esquivar, pero resulta que era un señuelo puesto que ahora es ella misma quién se dirige hacia él.

– Wǔshù jiàoshī (Maestro del arte marcial) – Grita, mientras la inmensa bola de fuego que se dirige hacia Shinom, comienza a tomar la forma de un ave bastante grande. – ¡¡¡Fènghuáng!!! (Fénix) – Grita Scarlett, pasando a gran velocidad y embistiendo a Shinom con una de sus alas.

Shinom comienza caer, medio aturdido, pero entonces vé lo que se le viene encima. Scarlett, envuelta en fuego, desciende como un meteorito ardiente hacia él, a mucha velocidad.

– ¡¡¡Yǔnshí!!! (meteorito) – Grita mientras impacta en Shinom, que logra cubrirse con la capa.

Ambos se estrella contra el suelo creando una gran explosión. Minutos después, Scarlett sale de la zona central algo dolorida y cansada. En el centro, hay bastante humo.

– Ha sido una buena combinación... – Dice una voz desde aquella neblina causada por el humo y la tierra candente. Shinom está de pie, aunque con mucho esfuerzo, en el centro del cráter. Todo su lazo izquierdo, con el que se cubrió, está chamuscado y su máscara ya no está al igual que la capa de ese lado. Está agitado. – Pero... me has subestimado... otra vez...

– ¿Eso crees? – Pregunta Scarlett sonriente con aire triunfador.

Entonces cada una de las bolas de fuego que había lanzado, en total 6, se alzan en el cielo y entre ellas dibujan líneas de fuego. El resultado final es una estrella de David en el que cada una de las puntas de la estrella está formada por una de las bolas que lanzó Scarlett y el pentágono es el centro del cráter, justo donde está Shinom.

– ¿Qué sucede? – Pregunta Shinom al ver que se alzan las llamas a lo lejos.

“Esto es malo...” Piensa mientras comienza a ascender. Pero Scarlett sonríe y extiende su mano y antes de que pueda escapar murmura sonriendo.

– Dì èr gè yuán, sè (Segundo círculo, Lujuria) – Entonces una inmensa columna de un extraño fuego intenso se alza por todo el pentagrama, engullendo a Shinom.

Scarlett está agitada. Haruto observa desde lejos en un árbol.

– Impresionante Scarlett... jamás creí que llegarías a usar este nivel... – Comenta asombrada.

Para sorpresa de todos, se produce una fuerte explosión en la base de aquél pilar de fuego, una explosión multicolor mezclada con llamas. El honda expansiva acaba por tirar a Scarlett al suelo y el viento producido apaga las líneas de fuego y los “vértices” de la estrella de David. Haruto se cubre la cara mientras el viento sopla con fuerza. Shinom está tirado en el suelo, sin señales de la capa y con apenas ropa, además de que tiene varias heridas y gran parte de su cuerpo presenta quemaduras. Está agitado y se puede ver como los tatuajes de demonio que brotan de su ojo izquierdo comienzan a retroceder.

– ¡¡No puede ser!! – Exclama Scarlett asombrada e intenta ponerse de pie, pero le cuesta debido al combate. “Mierda, me he dejado llevar... Apenas tengo poder para continuar peleando”

Shinom se queja de dolor e intenta incorporarse, pero cae de rodillas otra vez.

“Por suerte parece que él también está mal...” Piensa Scarlett.

“¿Eso era...? No... no puede ser... Debió de ser una casualidad...” Piensa Haruto asombrada.

– Te felicito Shinom-kun... no sé cómo llegaste a sobrevivir a ello... Pero... aquí se acaba... – Dice Scarlett mientras su mano es envuelta en varios hilos de color escarlata. – Jiànkè (espadachín) – Entonces comienzan a surgir una espada de fuego de su mano, más parecido a un sable. – Lóng fāng (Colmillo de dragón)

“¿Una técnica de modelado? O sea que no solo puede crear fuego, sino también darle una forma consistente... impresionante... Por algo es una Bagashama...” Piensa Haruto sorprendida.

Shinom tiene la mano derecha bien cerrada, entonces la abre. El fuego destruyó aquella peculiar pulsera que le había regalado su hermana hace tiempo. Solo sobrevivió el “medallón” y parte de la cadena que estaban ocultas en su mano. Cierra el puño con rabia y se pone de pie decidido, mientras un aura blanca emerge de su cuerpo.

“Esa extraña aura... “ Piensa Scarlett. “Es completamente diferente... es... cálida...”

Entonces el “medallón” comienza a brillar. La luz rodea casi toda su mano, lo que sorprende a Shinom. Al esfumarse la luz ese medallón ha desaparecido, pero en su lugar se encuentra un guante que tiene los dedos descubiertos, típico guante de motero. Es blanco y con un motivo tribal negro sobre la parte superior y en la palma se encuentra dibujado, también en negro, el medallón que antes sostenía. Él observa impresionado.

– Ya veo... – Murmura sonriente y se pone de pie. Su aura comienza a aumentar y sus ojos, blancos, comienzan a brillar mientras observa a Scarlett con seriedad. A su vez, la parte blanca del guante comienza a brillar. – Acabemos con esto de una vez...

– Sí... – Responde sonriente Scarlett.

– ¡¡Vakuo baton!! (Golpe vacío) – Exclama Shinom mientras su mano comienza a brillar, rodeada por una especie de vaho o vapor blanco. Haruto observa asombrada.

Shinom se prepara para salir disparado, como un deportista a punto de salir corriendo en una prueba de atletismo. Scarlett sale volando y se dirige a Shinom a toda velocidad, preparando su sable de fuego para hacer una estocada mortal. Él responde rápidamente y corre a una velocidad inhumana, preparando la palma derecha para arremeter contra Scarlett.

Ambos colapsan en el mismo punto, Shinom golpea con su palma abierta y sus dedos plegados al sable de Scarlett. Al instante, ambas técnicas explotan, creando una intensa luz rosa, de la cual surgen hilos blancos y escarlatas que se envuelven en el aire hacia el infinito, formando algo similar al entrelazado del ADN.

Al desaparecer las técnicas, por culpa de la colisión, los dos siguen avanzando, a cámara lenta. Sus manos, antes envueltas por sus poderes, rozan entre ellas pero no logran tocarse, como si ambos hubieran fallado al apuntar. No obstante, conforme van avanzando, pasando cada uno al lado del otro, sus ropas se comienzan a desintegrar. El lado derecho de la ropa de combate de Scarlett comienza a transformarse en hilos escarlatas que se escapan hacia el infinito. Lo mismo sucede con el guante de Shinom y parte de su cabello. Ambos se miran, a pesar de ir a cámara lenta, miran a los ojos de su rival, no con rabia, más bien parece una mirada normal.

En cuanto su contacto visual se rompe, aquella sensación de cámara lenta desaparece y ambos acaban como dos samurais que acaban de cruzar espadas: de espaldas, el uno del otro, y con sus manos extendidas. Scarlett agarra su pecho derecho, puesto que la mayoría de su ropa desapareció y de no hacerlo quedaría al descubierto. Los lazos se pierden en el infinito. Y Shinom sonríe.

– Cierto... – Dice mientras cae al suelo. Los ojos de Scarlett vuelven a la normalidad, al igual que su cabello. – Era el color de tu lazo... – Murmura antes de caer al suelo...

Esas palabras atraviesan el pecho de Scarlett haciendo que de inmediato comiencen a brotar lágrimas.


****

– ¡¡Feliz aniversario!! – Dice Scarlett sonriente, con 12 años, a Shinom en ese mismo puente. Le entrega una diminuta cajita negra con un lazo de color rojo. – Te he comprado un regalo. – Va muy hermosa con un vestido negro y rosa.

– Pero si solo cumplimos un mes... – Dice Shinom mirando el regalo, muy sonrojado. – ¡¡Woo!! ¡Son los guantes que pedí para kendo! – Exclama él contento y los saca de la caja. Tienen exáctamente el mismo motivo que el guante con el que intentó golpear a Scarlett, excepto porque no tienen el símbolo del medallón en la mano.

– Sabía que te gustaría... y no hace falta que me hayas comprado nada yo... – Entonces Shinom la calla con su dedo y saca de su mochila algo.

– No mires hasta que acabe... – Le dice con un tono burlón.

– Oye ¡¿qué estás haciendo con mi cabello?! – Pregunta ella incómoda, pero obediente.

– ¡¡Tadán!! – Exclama con un espejo delante de ella.

Scarlett abre los ojos y se ve a sí misma con un hermoso peinado sujeto con un lazo rosa que acaba en un moño bastante grande. Al verse se sonroja.

– He estado practicando tres días con mi madre y mi hermana pero valió la pena, jejeje – Comenta sonriente.


****

Scarlett rompe a llorar a pesar de sus ineficaces intentos de aguantar las lágrimas. Oculta sus manos detrás su mano libre, mientras que con la otra se abraza sus pechos.

– La verdad es que te queda mejor el rosa... ¿has pensado en teñirte? – La voz de Shinom resuena en sus recuerdos.

– ¡¿Estás loco?! ¡¡No lo haría por nada del mundo!!


UN FINAL MARAVILLOSO PARA UN DUELO ÉPICO, NO HAY VENCEDORES, SOLO VENCIDOS


Continuará...

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